Cuenta la leyenda, que los tres Reyes Magos fueron guiados por la estrella de Belén, viajaron desde Oriente a Jerusalén y llegaron al lugar donde había nacido el Niño Jesús a adorarlo y homenajearlo con regalos de mirra, oro e incienso. Es por eso que los reyes están representados con la Estrella de Belén que los guió en su trayecto.